martes, 20 de febrero de 2007

Punto de partida: nuestro decálogo.

En el momento de dar inicio a la andadura de este Club de Lectura viene a nuestra mente el libro de Daniel Pennac "Como una novela". Pennac inicia este libro sobre el hábito de la lectura con las siguientes palabras:
El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo “amar”…, el verbo “soñar”…
Hacemos nuestras estas palabras, pues para nosotras la lectura es una fuente de entretenimiento, diversión, aprendizaje, etc. pero nunca una obligación impuesta. Partiendo de esta premisa nos comprometemos (no como una obligación sino como un libérrimo compromiso personal) a leer conjuntamente los libros que se vayan acordando y a reunirnos una vez a la semana para comentarlos, debatir, charlar sobre ellos y todo lo que se tercie.
Los libros propuestos unas veces serán más del gusto de unas que de otras pero todas los leeremos.
Pero para que esto funcione hacemos nuestro el decálogo de los "Derechos imprescriptibles del lector" que el propio Pennac establece en el libro citado. A saber:
Los Derechos Imprescriptibles del Lector
1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltarnos las páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo*.
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callarnos.
[* El bovarismo, según Pennac, es, a grosso modo, "esa satisfacción inmediata y exclusiva de nuestras sensaciones" que nos provoca la lectura de un libro no importa qué tipo de libro sea, ni si alguien nos dice que eso no es "literatura de verdad".]
Cada una de nosotras es libre de saltarse las páginas que quiera de los libros que leamos en este Club, así como de no llegar a su término si realmente no le parece interesante o no disfruta con esa lectura. Pese a lo cual seguirá acudiendo a las reuniones del club y participando en sus debates, aunque sólo sea para manifestar que ha sido incapaz de terminarlo, o que le aburre como una ostra.
Siguiendo con las citas de nuestro "inspirador" Pennac:
“La gran novela que no se es capaz de terminar no es necesariamente más difícil que otra..., existe entre ella y el lector una reacción química que no funciona.”
Aún así, nuestro propósito es que la lectura sea para todas nosotras un deleite y además un deleite compartido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quedé muy impresionado con lo que hacen, yo también soy un amante de la lectura y tengo estudiantes con los que promuevo círculos de lectura. Estamos en Venezuela, estado Zulia.

Me gustaría saber de donde son, desde cuándo lo hacen, qué edades tienen, referentes de su experiencia, para promoverlas en mis ambientes de estudio.

Un abrazo y felicitaciones por tan hermosa labor.

Ángel Morillo
12/04/2008