jueves, 27 de septiembre de 2007

Primeros pasos con "La bruja de Portobello"

Para nuestra primera cita con la novela La bruja de Portobello habíamos decidido leer sólo los 9 primeros capítulos. Es sólo el principio, en el que se esbozan los personajes y empezamos a conocer la figura de Athena a través del relato de ciertas personas que la conocieron. Esta forma de acercarse a un personaje, transversalmente, a través de la opinión que otros tenían de él -en este caso de "ella", Athena- y de los recuerdos que en otros ha dejado, tiene el inconveniente de que nos quepa la duda de si la estamos conociendo realmente o sólo conocemos el reflejo que dejó en el prisma con que cada uno la miró.
Tendremos que avanzar más en la lectura para conocer más visiones de Athena y así poder reconstruir su imagen como si de un puzle se tratara.
En nuestro primer debate sobre esta novela algunas coincidieron en que esta forma de estructurar la obra es uno de los principales aciertos de Paulo Coelho. Aparte de esto hay que decir que entre nosotras se estableció una fuerte división de opiniones entre las que ven en Athena a una mujer muy especial, con una halo de misticismo, y quienes ven en ella simplemente a una mujer capaz de todo por encontrar su propio "camino" aunque para ello tenga que actuar egoistamente.
Son aún pocas las páginas que hemos leído. Cuando avancemos más por la senda de la lectura quizá todas encontremos a esa Athena que ha sido capaz de seducir a miles de lectores en todo el mundo. Por el momento, hay que admitir que no es así.

[Véase en "comentarios" de esta entrada una muy interesante aportación de Inma-Moira.]

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre este libro de Coelho, os anticipo que es lo primero que leo de este hombre, he leído algunas reflexiones, por supuesto, y muchos comentarios sobre su obra, pero me refiero que es la primera novela que leo de él.
Tengo que reconocer que no me ha sorprendido mucho, esperaba lo que he encontrado: un texto ameno y lo bastante atrayente para que miles de personas lo compren.
Sobre la historia en sí, coincido con la parte que considera que Athena es una mujer valiente que lucha por sobrevivir, que tenga percepciones extrasensoriales no lo veo tan extraño, todo el mundo las ha tenido alguna que otra vez. Creo que todo el mundo tiene ciertos poderes que no sabemos explotar, al menos que la mayoría no sabemos explotar, los que sí saben son los que son considerados magos, brujos o como queramos llamarlos. Y a la gente común, que nos limitamos a vivir sin atrevernos a ir más allá, a veces, nos da miedo esa otra gente, por eso necesitamos una inquisición o una caza de brujas. Athena por lo que se entreve hasta lo que llevamos leído se va a atrever a ir más allá, pero de todas formas, la sigo considerando como una mujer valiente, con algunos prejuicios como todo el mundo. Su obsesión en ser madre la he visto en otras mujeres que no eran ni santas ni brujas y el hecho de que la iglesia, de forma hipócrita y absurda la rechazara, la hará buscar un desfogue a su misticismo por otra parte. Quizás ahí está la diferencia de Athena respecto a otras mujeres: lo que para mí la caracteriza, es que la fuerza para seguir sobreviviendo la encuentra en un mundo místico, necesita la mística para encontrarse a sí misma. Primero quiere ser santa, porque cree que esa fuerza mística emana de la iglesia, por lo que llevo leído de la segunda tanda (y sin querer anticipar nada, pero es algo que se ve venir por los comentarios de los 'testigos'), al no recibir la respuesta que espera de la iglesia, va a buscar esa fuerza en otro sitio, por ahora en las sesiones de baile.
Sobre el esquema que usa Coelho, me hace reflexionar que sería curioso oir a los 'testigos' de nuestra propia vida, ¿qué pensarán de nosotros los que se cruzan en nuestra vida?

Club de Lectura La Travesía dijo...

Gracias, Inma. Genial comentario, permíteme una cuestión para concretar posturas:
¿Quiere decir tu exposición que tú estás más con las que defendían el carácter excepcional de la personalidad de Athena o con quienes creemos que Athena es una mujer bastante corriente cuya única excepcionalidad es la de mantener con fuerza su convicción y su camino?
[Por supuesto dando por sentado que por el momento, sólo opinamos en base a los primeros 9 capítulos de la novela y que aún nos falta mucho por leer y nuestra opinión virará a un lado o a otro conforme "caminemos" junto a estos personajes. Además no pierdo de vista que cualquier reducción a un "pro" o un "contra" es absurda]

Anónimo dijo...

La búsqueda de nuestro "ser" pude hacerse infinita, de igual el medio (bailando, caligrafía, meditando reuniéndonos en un club de lectura, etc.) Lo importante es mantenese, ¡animo amigas! Estamos en el camino...
Carmina.

Anónimo dijo...

En respuesta a la pregunta de nuestra coordinadora diré que, en realidad, y por ahora, creo que es una mujer corriente, con grandes ganas de seguir adelante, que tiene bastantes problemas que le sobrepasan y que busca una solución a ellos en la espiritualidad.

Anónimo dijo...

Ante todo posicionarme. Yo soy de la “corriente” dentro de nuestro Club que ve en Athena cierta excepcionalidad. Digo cierta, porque creo que se ha malinterpretado o sobredimensionado esta expresión, al menos desde mi punto de vista. No pierdo la referencia de que la protagonista es una mujer “corriente”, sin perder de vista que se trata de una persona con poderes sobrenaturales y grados elevados de percepción. No obstante, si la consideramos dentro de la “normalidad” por el argumento que manifiesta Inma Moira, de que en el fondo todos tenemos ciertas habilidades aunque no seamos capaces de exteriorizarlas de forma voluntaria, efectivamente creo que Athena es una mujer normal. Ahora bien, no cabe duda de que es una mujer muy joven, (que yo recuerde a su edad yo andaba preocupándome por otras cosas bastante más vanales, y yo sí que soy normal), que sin embargo muestra grandes dosis de inquietud y deseos de aprender y conocer. Es una mujer insatisfecha con lo que la vida expontáneamente puede ofrecerle y no tiene miedo ni pereza para estar en permanente búsqueda. Esa actitud la lleva a lugares tan dispares como Transilvania o Dubai, permitiéndole conocer diferentes instrumentos para encontrarse más a sí misma, para ser más coherente con su propio ser y su propia capacidad. Será capaz de integrarse de una forma mucho más intensa que el resto de los mortales con la Madre, la Tierra, con las fuerzas naturales. Será capaz de encontrar en esta dimensión espiritual el sentido de su vida. Y pienso entonces, ¿no es esto excepcional?
Evidentemente que lo es. Si embargo comparto que Athena también es una mujer carente de valores morales y desde este punto de vista no es una mujer a imitar. No repara en que conseguir sus sueños puede afectar negativamente a otras personas, tal como queda reflejado en su relación con Lukás, su ex marido, o con el grupo de teatro de Andrea. Podría ser porque por su juventud, todavía es una persona un tanto ingenua y sin madurez, pero también podría ser porque en el fondo, es inevitable que un modo de vida en que prima absolutamente lo “interior”, se olvide de lo “exterior” y por tanto de las personas que nos rodean. Todos debemos sacrificar parte de nosotros mismos y de lo que nos es inherente, cuando elegimos nuestro futuro.
Además, Athena, en su corto pero intenso camino y en su peregrinar con distintos maestros y diferentes “discípulos”, creo que hace más bien que mal a su alrededor, o al menos eso es lo que yo he percibido de los testimonios que se recogen en la novela. Y es cierto que la admiro por lo expuesto, pero pese a eso, sólo me queda compadecerla porque es una persona llena de angustia permanente y en general infeliz toda su vida.

Anónimo dijo...

Sin dejar de estar de acuerdo con casi todo lo expuesto por Eva, me inclino más por la opinión de Inma-Moira. En cualquier caso, en mi opinión, no sólo este personaje sino este libro en general está bastante "sobredimensionado" por la crítica y sobre todo por el público.
Paulo Coelho nos ofrece un "refrito" de doctrinas y teorías en absoluto originales, tomadas de aquí y de allá, y teñidas con un aura de misticismo. Gran parte del público acoge sus teorías como si hubiera "descubierto la pólvora", pero su único mérito (y no digo que esto sea desdeñable) es el de sintetizar los saberes que la ciencia y la tradición han ido acumulando durante siglos y hacerlos llegar al gran público.

Anónimo dijo...

Quisiera comentar un punto de la exposición de EVAZURES. Ella termina su comentario diciendo que Athena es digna de compasión "porque es una persona llena de angustia permanente y en general infeliz toda su vida".
Esto está relacionado con una de las lecciones que el personaje de Edda da a Athena. Edda le habla sobre la felicidad a Athena y le dice que la felicidad es estar satisfecho con lo que uno tiene y que ella prefiere la alegría porque la alegría es estar contenta, es un momento de placer que, como el sexo, "empieza y acaba".
Yo personalmente no entiendo esta distinción. Edda identifica felicidad únicamente con la "satisfacción" y yo creo que el sentimiento de la felicidad es algo mucho más complejo que incluye también a la alegría. Creo que cuando uno está alegre es feliz. Por otro lado no creo que la felicidad sea un estado de ánimo "continuo", como puede serlo la satisfacción, sino que es una suma de momentos felices.
Pero, volviendo al tema de si Athena es infeliz o no, creo simplemente que Athena es una persona insatisfecha. Sólo si identificamos felicidad exclusivamente con satisfacción, podría decirse que es infeliz. Pero francamente esa insatisfacción suya no me parece digna de compasión. Ella está insatisfecha porque está tan centrada por conseguir otra cosa que no valora lo que ya tiene en la vida, si lo valorara, podría sentir que tiene una misión que cumplir o un camino que andar pero sin dejar de sentirse feliz por su vida. En un momento del relato comprendí la insatisfacción de Athena pues creí que el hecho de no conocer las circunstancias de su nacimiento y a sus progenitores provocaba un vacío en la comprensión de su propia identidad e historia personal. Pero lo cierto es que una vez que ella conoce a su madre biológica, el nivel de insatisfacción en ella no decrece, sino que se centra en otros objetivos.
Primero su obsesión es tener un hijo, ser madre. Después su objetivo es conocer a su madre. Después su objetivo es hallar su realización espiritual... Nada llega a satisfacerla es como un niño que tiene cajones y cajones llenos de juguetes pero se le ocurre que tiene que tener este otro juguete y no está contento hasta que no lo consigue aunque después simplemente lo meta en otro de sus cajones y no se sienta colmado ni feliz por haberlo conseguido, sino que de nuevo se siente insatisfecho porque hay otra cosa que no tiene. ¿Es ese niño digno de compasión? Para mi, desde luego no.
No estará satisfecho, no se sentirá feliz, pero no me despierta ninguna compasión.

Anónimo dijo...

Quisiera comentar algo más respecto al concepto de felicidad que Paulo Coelho, a través del personaje de Edda, transmite. Según Edda ella prefiere el placer, la alegría. Esta teoría remonta al epicureismo (como ya he dicho, Paulo Coelho no inventa nada). Epicuro decía que la verdadera felicidad es simplemente la consecución del placer. Sin embargo, antes que él, Aristóteles (primer filósofo que se ocupó de este tema) afirmó que la felicidad era el bien supremo que se alcanzaba con el “equilibrio” entre “el exceso y el defecto”. Para él la felicidad era una forma de vida de acuerdo a la virtud (entendida esta como un modo de vivir y de pensar en armonía con la razón). Los estoicos también siguieron esta doctrina, para ellos la felicidad era vivir en armonía, serenamente. Por otro lado y salvando las distancias, los budistas creen que la felicidad se alcanza viviendo sin ansias ni anhelos externos, alcanzando la consciencia de nuestro propio ser y de la naturaleza que nos rodea.
Según todas estas doctrinas clásicas sí se puede afirmar que Athena es un ser infeliz puesto que no vive en armonía consigo misma pues vive anhelando encontrar algo que no tiene. Sin embargo yo pienso que “estar en el camino”, buscar en la vida el propio destino, no implica necesariamente no vivir en armonía con su propio ser, aceptando sus virtudes y sus defectos, con sus "gozos y sus sombras"... No significa no poder disfrutar de los placeres (si queremos ser epicúreos) ni no alcanzar la consciencia de nuestro ser y del mundo que nos rodea (si somos más estoicos o budistas) y vivir en armonía con él.
Athena niega demasiado su propia realidad por ir detrás de un sueño, sin pensar que jamás encontrará satisfacción en sueño alguno si no encuentra antes la felicidad en su realidad. Precisamente esto es lo que hace que no me parezca un ser especialmente "admirable". Admirable es quien es feliz con su vida, da gracias por ser una parte de este increíble universo, disfruta de sí mismo y de su entorno, y todo ello sin abandonar el camino del crecimiento.
Athena en ese sentido es un fruto de nuestro tiempo: vivimos estresados con los ojos puestos en un objetivo (ya sea ese objetivo laboral, económico o "espiritual" como en este caso) sin darnos tiempo a disfrutar y sentirnos felices por ser quienes somos y por la vida que nos ha sido dada. Y Athena no es una excepción, aunque su "objetivo" sea más "elevado" que el de la mayoría de los mortales.

Espero haberme explicado bien y que no os parezca tampoco muy "cruel" con la "pobre" Athena. No es mi intención.

Anónimo dijo...

Bueno como comente ayer, sigo manteniendo la firme idea de que el personaje de Athena es muy importante pero quiero dar una visión deferente del tema, creo que el autor intenta sumergirnos en el mundo espiritual haciendo una gran diferencia entre lo que marca a Athena (la impaciencia) que es su lado oscuro y la paciencia y sabiduria de otros dos personajes como son Edda y el Beduino, pienso que lo que trata el libro es que identifiquemos donde esta el punto erroneo en la busqueda espiritual, la impaciencia en un campo tan profundo como es la espiritualidad puede llevarnos por caminos equivocados y no terminar demasiado bien.
Referente a personaje de Liliana (Madre biologica de Athena) en alguna ocasión ayer mencionasteis su espiritualidad yo por el contrario entiendo que ella no ha buscado dicha espiritualidad, si recordais ella se refiere al "Maestro" como su protector, por lo cual pienso que no le quedo mas remedio que sumergirse en ese mundo, pues ella se debia a el, digo esto para establecer una diferencia entre los que buscan, Athenea, Edda, Beduino, para ello hay que tener una gran valentia y los que se dejan arrastrar por las circunstancias como Liliana.
Carmina.

Anónimo dijo...

Sí, estoy de acuerdo con Carmina: una de las características de Athena es su "impaciencia", busca ansiosamente algo, por eso digo que en su camino se olvida de gozar de lo más elemental que es su propio ser y su entorno.
Pero en cuanto al personaje de Liliana discrepo en un punto: es cierto que ella no ha buscado su "expansión" espiritual, es que ella es así. No es que no le haya quedado más remedio como dice Carmina sino que ese es su modo natural de ser, sin tener que buscarlo y eso sí es ser un ser excepcional. Lo de llamar a su maestro, "protector" no implica que ella estuviera obligada a seguirlo también en el aspecto espiritual, sino más bien al contrario: Paulo Coelho llama "protector" en este libro a quienes guían a los personajes en su camino (Athena también llama "protectora" a Edda cuando en realidad Athena no necesita "físicamente" de ella, por lo que no "se debe a ella", la llama así simplemente porque es su maestra), entre el "protector" y el discípulo hay una relación de aprendizaje pero no de sumisión. Liliana no "estaba obligada" a ir por ese camino, Liliana es así, tiene la suerte de ser así sin tener que exforzarse por sentir y pensar así.